Hoy nuestra presidenta anunció la expropiación de la empresa YPF a la española REPSOL, en un 51% de sus acciones, cuyas actividades se declaran de utilidad pública. Una nueva medida histórica, audaz y con los adversarios de siempre en la vereda de enfrente: los sectores económicos más concentrados, los que creen que el camino es la maximización de sus ganancias en el corto plazo y la remisión de las utilidades al exterior. Estos mismos que desde hace días venían convirtiendo la medida en un anuncio, advirtiendo sólo que se perjudicarían los intereses españoles pero sin hacer alusión a los nacionales.
La lectura de los principales puntos del proyecto, que se enviará al Congreso, se realizó en Casa de Gobierno, con un auditorio emocionado que daba cuenta de la envergadura de la medida para un proyecto político que apuesta a fortalecer el poder político y el estatal, mediante la recuperación del control de los hidrocarburos.
Luego de esta lectura, llegaron los aplausos sostenidos y las palabras de la presidenta: “soy una jefa de Estado, no una patotera: se trata de una política de recuperación de la soberanía” y destacó: “somos casi el único país del mundo que no maneja los recursos naturales”, señalando que “el problema fue la desnacionalización”.
En este sentido, Cristina explicó que la medida “no es de estatización” sino de “recuperación de la soberanía y control” de los hidrocarburos.
“Durante muchos años en distintos sectores de la economía manejados por el Estado, se aplicó un criterio partidario, que siguió dando argumento a que el Estado era inútil y que sólo los privados podían manejar recursos del Estado” enfatizó.
Porque la medida de YPF se suma al destierro de las AFJP a favor de la reinstauración del sistema jubilatorio estatal, la recuperación de Aguas Argentinas, del Correo Argentino y de Aerolíneas Argentinas, entre las medidas económicas y políticas más importantes de los últimos años.
De esta manera, el camino sigue siendo un programa económico productivista, que apunta a la generación de empleo, al crecimiento del PBI y a incentivar el consumo interno.
El proyecto destaca la utilidad pública de las actividades de YPF Sociedad Anónima, y establece como objetivo garantizar el desarrollo económico, así como el crecimiento “equitativo y sustentable de las provincias”. También indica que en caso de que el futuro un gobierno quiera volver a privatizar las acciones hoy expropiadas, deberá contar con una mayoría especial de dos tercios del Congreso.
De ese 51% de las acciones, el Estado nacional tendrá el 26,01 por ciento del total y las provincias productoras, el 24,99 por ciento porque como marcó la presidenta: “Queremos alinear intereses del Estado con las provincias del país. No hay Nación sin provincias”.
Durante el acto, Cristina anunció que la inmediata intervención de la empresa estará a cargo del ministro de Planificación, Julio De Vido, a quien mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, designó como interventor de la compañía junto con el viceministro de Economía, Axel Kicillof, que se ocupará de los “aspectos económicos y financieros de la gestión”.
Luego de los anuncios, hizo mención a la reunión que mantuvo con el presidente de Estados Unidos, Barak Obama y los titulares de los diarios monopólicos que titularon con una supuesta “protesta” de Obama por “trabas comerciales”, cuando en realidad la reunión fue muy buena ya que ambos acordaron que “por encima de cualquier diferencia, está la relación entre ambos países”, sentenció.
Sobre este tema, concluyó: “una pena porque los medios no deberían crear discordias, sino que la función debe ser defender y representar los intereses del pueblo”.
Por último, recordó al ex presidente Néstor Kirchner: “Lo único que lamento que Él no esté para verlo porque siempre soñó con recuperar YPF para el país” e indicó: “vamos a seguir trabajando incansablemente por la Argentina que Él soñó”.
Para leer el proyecto completo, accede aquí!
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