lunes, 21 de febrero de 2011

Alegria por las calles de Caballito

El sábado 19 de febrero pasado, se realizó la caminata tan esperada por nosotros, los que militamos el barrio de caballito desde La Cámpora, junto a Juan Cabandié como representante directo, no solo de nuestro gobierno nacional, sino como portavoz de la lucha activa que está dando nuestra presidenta Cristina en los distintos y heterogéneos barrios porteños respaldándose en militancia joven, nacional y popular.
Todo comenzó alrededor de las 16:30hs en Primera Junta, iban llegando las "Cámporas" de las diferentes comunas y barrios de la capital, de Mataderos hasta Flores (como diría Korneta de los gardelitos). Con cada barrio que iba llegando, algunos en micros otros caminando, se sumaba una canción nueva que todos cantábamos, saltando junto a bombos, platillos y kumpas. Luego con la llegada del compañero Cabandié arrancamos cortando parcialmente la avenida Rivadavia con destino a parque centenario.  Pisamos el parque y a puro salto, al ritmo que imprimían los parches y las voces de los compañeros y compañeras.

La Cámpora demuestra nuevamente que además de ser un espacio de militancia (básicamente hablando, ya que es “la lucha de vida” de muchos compañeros) vuelve a ser un fenómeno. Juan destacaba “cada vez somos más”. Seríamos alrededor de 400 pibes, y contando. Contando, justamente porque pudimos ver como la gente se sumaba, ya sea desde bocinazos y alzar por la ventanilla del auto los dedos en V, hasta recibir pibes que te preguntaban “che ¿A quién le puedo pasar el mail para que me avisen de las actividades?”. El fenómeno podría decirse que pasa entre otras cosas por una cuestión de identificación, y de cómo la gente joven con propuesta firme de actividad en relación a un sentido ligado a una ética de vida, atrae gente joven que quizá esté despertando ciertas pasiones que nunca habían estado allí con esa intensidad. Así como alguna vez uno se encuentra medio al pedo en un parque, una playa o un descampado y ve pibes jugando al fútbol y se suma al picadito (salvando las distancias). Es eso lo positivo de todo esto, que la militancia empiece como algo que puede ser curiosidad o necesidad de expresarse y termine dándole otro sentido a nuestra vida, otro valor, otras conquistas, la conquista ya no solo individual, sino desde el colectivo. Y se demuestra también como, si hay una actividad concreta en relación a un sentido,  sumado a buena onda, risas y debate. Ya está: me sumo! A caminar, a marchar, a cantar y por qué no a vestir los colores de mi país en plena avenida Rivadavia.

¿Actividad con sentido? Si, ya que además de caminar, marchar y cantar para generar más cohesión, alegría y mística, el motivo de todo esto es un mensaje. El mensaje que ayer portó Juan y hoy nosotros ¿Cuál es el mensaje? ¿Convencer a la los vecinos de que nuestra propuesta es mejor y buena? No. Como dijo Juan, nuestra tarea es la inversa, ya que se trata de meternos en el barrio con trabajo territorial posta y escuchar la necesidad del vecino. El vecino que no es nuestro amigo o familiar solamente, sino el diariero, los maestros, jubilados, pequeños y medianos empresarios entre tantos otros.
 El desafío entonces está planteado, el barrio tiene que volver a tener entidad. No solo denunciando desde la necesidad sino también movilizándose, participando, festejando, debatiendo, defendiendo el espacio y por qué no, MILITANDO NUESTRO BARRIO: KABALLITO!
La Cámpora de Caballito con Juan










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