Este sábado 29, los vecinos volvieron a acudir, puntuales, a la cita. Frutas, verduras y hortalizas al mismo precio que en Mayo, para desmentir a la inflación y para beneplácito de los que siguen las compras desde hace cinco meses y de aquellos que se suman por primera vez.
Más de 500 kilos de mercadería que se agotaron en una hora es señal de la propalación que la actividad tiene en el barrio. Ya es un clásico de sábado por medio observar a las señoras desfilar con su changuito por la vereda de Parral, detenerse delante de la UB, conversar un rato con los militantes, mate, té o gaseosa en mano, mientras algún compañero le va acarreando los 3 bolsones azules. A la cordialidad y camaradería que se fue generando con el tiempo, a partir del rotundo triunfo de nuestra presidenta se agregó una cuota de optimismo que se reflejó en los chistes, palabras de aliento y comentarios esperanzados por parte de los vecinos. Y además de las referencias al resultado de las elecciones, estuvo en el tapete la figura de Néstor Kirchner, la necesidad que parecía tener cada vecino de compartir con los compañeros el relato de lo que sintió aquel aciago 27 de octubre de 2010, de lo que significó la irrupción de Néstor en la política argentina y de cuál, a criterio de cada uno, es el mejor modo de honrar su legado.
Como se ve, las compras comunitarias, cada vez más, se han tornado un espacio de intercambio de sensaciones, inquietudes y propuestas, una actividad que trasciende largamente una mera transacción comercial. Los militantes, reconfortados al verificar que el esfuerzo no es en vano. Y los vecinos, más que agradecidos.
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